Efectos fisiológicos de los campos magnéticos.

Los campos magnéticos de baja frecuencia, entre uno y 100 Hz, generan unos potentes cambios bioquímicos:

  • Movimiento inducido de sustancias ionizadas en disolución, ya se encuentren estos iones en el torrente sanguíneo, en el plasma extravasado o en los más diversos tejidos de nuestro cuerpo, el efecto a distancia de la Magnetoterapia permite provocar estos cambios en profundidad cosa que resulta con otros equipos muy difícil de lograr ya que no hay muchas técnicas que penetren con intensidad y eficacia zonas alejadas de la superficie del cuerpo.
  • Acción sobre los osteoblastos, células generadoras de hueso, por medio de la piezo electricidad favoreciendo una regeneración acelerada del tejido óseo.
  • Elevación de la solubilidad de sustancias en medio acuoso, facilitando con ello el efecto trófico, los tejidos eliminarán más rápido las sustancias tóxicas y se alimentarán y oxigenarán de modo más eficaz.
  • Aumento inducido, en la zona de aplicación, del metabolismo y acción de equilibrio sobre el potencial de membrana normalizando la actuación de la bomba sodio potasio.

Los campos magnéticos originan en los tejidos vivos corrientes eléctricas inducidas que suponen una acción clara y manifiesta sobre los procesos de alimentación celular, ese estímulo actuará sobre la producción de energía, las mitocondrias acelerarán su función y proporcionarán la fuerza vital para activar la mitosis de las células.

Cuando las células se desvitalizan se produce un desequilibrio iónico y el potencial de membrana desciende a niveles peligrosos, la Magnetoterapia actúa favoreciendo el reequilibrio de la bomba sodio potasio siendo este efecto uno de los más importantes ya que prácticamente interviene siendo el origen de todo proceso de recuperación posterior.

 

Efectos de la Magnetoterapia sobre los tejidos y los órganos del cuerpo humano.

Efecto analgésico.

La mayor parte de los pacientes que acuden tratamiento de fisioterapia nos transmiten casi siempre su preocupación por el dolor que sienten, disponer de un tratamiento que tiene un efecto analgésico comprobado nos permite actuar sobre este síntoma que además de dificultar la amplitud de movimientos y el desarrollo de la fuerza, es capaz de producir efectos psicológicos ingratos que llegan ha hacer que el paciente abandone por su cuenta el tratamiento impidiendo una rehabilitación completa.

Así que el dolor no es sólo un síntoma que hemos de obviar haciendo que nos dediquemos a mejorar sólo aspectos como el desarrollo de la amplitud angular o la mejora de la fuerza, porque si no actuamos contra el dolor aunque obtenga mejoría en los dos aspectos antes citados entra dentro de lo posible que el paciente no regrese y todo lo ganado hasta entonces se perderá.

Los campos magnéticos producen un efecto calmante del dolor por múltiples vías, la Magnetoterapia pulsátil tiene demostrado un efecto antiinflamatorio y por tanto liberará del exceso de presión a que se encuentran sometidos los receptores sensitivos locales. Produce un efecto de relajación sobre la musculatura induciendo un estado de relajación lo que hace que esta terapia se indique para tratamientos contra el insomnio, dolores de cabeza así como del estrés y sus efectos secundarios. Es indudable que el efecto de equilibrio provocado sobre el potencial de membrana eleva el umbral del dolor y por lo tanto el paciente percibe una molestia menor.

Vasodilatación.

Los efectos del magnetismo de baja frecuencia y alta potencia en Gauss sobre la dilatación de los vasos sanguíneos está más que demostrada, se produce siempre de modo local un aumento de la circulación y ligeramente de la temperatura, los campos magnéticos pulsantes facilitan la acción de vénulas y arteriolas incrementando el riego local de los tejidos. De forma directa va a favorecer la nutrición de las células, disminuye la inflamación y en conjunto reequilibra la circulación de los tejidos en los que se aplica.

La vasodilatación obtenida favorece el aumento del nivel de oxígeno en los tejidos, la estimulación del riego local nos lleva directamente a una disminución de la concentración de anhídrido carbónico y a una elevación de la concentración de oxígeno, elemento imprescindible para la célula en las cantidades requeridas.

Efecto antiinflamatorio.

Como indicábamos anteriormente tendrá su base en la actuación directa de los campos magnéticos de baja frecuencia, el citado aumento de la circulación y la facilitación de un flujo sanguíneo normalizado logrará el incremento del nivel de oxígeno y de sustancias nutricias, estos elementos necesarios para la célula permitirán tanto su reparación como la obtención de energía, los elementos tóxicos son eliminados con mayor eficacia y sus efectos inflamatorios negativos irán desapareciendo poco a poco con ellos. La normalización del potencial de membrana y la fluidificación del medio acuoso en que se encuentra la célula facilitan su efecto antiflogístico

Acción sobre el tejido óseo.

Los efectos de la Magnetoterapia sobre la osteoporosis están más que demostrados, los campos magnéticos inducidos por medio de la piezoelectricidad son capaces de generar en el tejido óseo corrientes eléctricas de mínima intensidad que incitan a los osteoblastos a incrementar su producción de hueso. Éste incremento del tejido óseo por acción del magnetismo convierte esta terapia en imprescindible para el tratamiento de la distrofia simpático refleja, de la osteoporosis y de las seudoartrosis.

El nivel de colágeno también aumenta, lo cual es importante porque constituye más del 20% del tejido óseo aunque también es un efecto aprovechable para usarlo en la cicatrización de lesiones de la piel, músculo, tendones y fascias.

Relajación de la musculatura

La Magnetoterapia es muy eficaz como relajante muscular y lo es tanto en la musculatura de fibra lisa como la de fibra estriada, los campos magnéticos actúan sobre el sistema simpático disminuyendo el tono muscular. Este efecto relajante al comienzo puede ser puramente local pero conforme se continúa el tratamiento llega a generar un efecto amplio sobre sistema nervioso central debido a la disminución del tono simpático lo cual provocará un efecto generalizado de relajación. Un mejor descanso facilitará una recuperación más consistente, una vivencia de la situación personal con menos estrés facilita enfocar el momento en que se encuentra la patología de una forma más clara y permite ver los procesos evolutivos evitando enfocar nuestra mente siempre hacia los aspectos más negativos del tratamiento o de la evolución.

Regeneración de los tejidos.

El aumento de la circulación local facilita la regeneración del tejido dañado, los campos magnéticos estimulan la producción de colágeno, la formación de vasos sanguíneos y de tejido óseo, es indudable que si por cualquier medio conseguimos mejorar la circulación, activar los procesos energéticos y eliminar las sustancias de desecho habremos sentado las bases para que el cuerpo se ponga en marcha y active su capacidad de regeneración al máximo.

Tratamiento con campos magnéticos de baja frecuencia.

La Magnetoterapia de baja frecuencia trabaja con altas potencias en Gauss, entre 150 y 200 Gauss. Por sus aplicaciones dentro de la baja frecuencia podríamos diferenciar su aplicación entre aquellas que van de 1 Hz a 25 Hz, de 25 a 50 Hz y de más de 50 Hz, es más frecuente utilizar bajas frecuencias de uno a 25 Hz en patologías agudas, alrededor de 50 Hz es la frecuencia de elección en múltiples patologías crónicas y a partir de 50 Hz suelen utilizarse con programas que combinan múltiples frecuencias para un tratamiento que alcance al mismo tiempo diferentes tejidos diana. De todos modos tanto la intensidad como la frecuencia y duración del tratamiento han de estar en relación directa con los síntomas que presenta la patología y el historial personal del paciente.

Las sesiones de tratamiento a realizar suponen períodos de entre 20 y 30 días pasados los cuales se verifica la evolución de la patología y si se considera continuar con el procedimiento establecido hasta el momento o se modifican los parámetros. Los tratamientos suelen ser diarios incluso se pueden realizar más de una vez al día, con equipos de 150 Gauss se realizan aplicaciones con una duración de 45 minutos, es recomendable la consulta con el médico para verificar la evolución del tratamiento.

De forma extraordinaria es posible que algún paciente perciba un ligero aumento de las molestias, en caso de suceder sólo debe ocurrir en las primeras sesiones, hemos de tener en cuenta que deben disminuir las molestias citadas bajando la intensidad o cuando pasan cinco o seis sesiones de tratamiento, si no fuera así acudir al médico o al fisioterapeuta. Lo que suele suceder más a menudo es que los pacientes refieran que la Magnetoterapia les produce un cierto efecto de somnolencia, narran cómo parece mejorar la calidad del sueño nocturno, si se descansa mejor el proceso de rehabilitación se verá afectado positivamente.

En resumen la Magnetoterapia resulta ser una técnica poco agresiva, no causa dolor y calma el generado por la patología concreta, estimula el organismo en el proceso de regeneración, tiene pocas contraindicaciones y es fácil de aplicar tanto a nivel domiciliario como clínico, la eficacia durante el tratamiento se mantiene durante largo tiempo, siendo además uno de los pocos equipos que tiene un gran poder de penetración lo que nos permite actuar en profundidad del cuerpo humano.

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